Debes aprender a escoger el adecuado para cada situación.
En este país, a toda hora y por todos lados nos ofrecen seguros para
todo, y llega un momento en que nos es difícil determinar cuáles son
obligatorios, cuáles útiles, pero no tan necesarios, y de cuáles podemos
prescindir.
Para decidirlo, todo depende de tu situación personal y tus
posibilidades económicas, pero debes aprender a escoger el adecuado para
cada situación, y no comprarlo sin tener una idea muy clara de para qué
te sirve o qué importante es tenerlo.
Por ejemplo, el seguro de automóvil es útil porque te cubre de futuras
posibles pérdidas y gastos por daños, pero también es obligatorio,
porque cuando adquieres un auto lo primero que va a hacer la compañía
que te da el préstamo es exigirte que tengas un seguro para proteger ese
automóvil. También las autoridades locales o estatales pueden exigirte tener
seguro.
La popular póliza de seguro de vida -en todas sus variantes- no todo el
mundo la necesita, y no es para nada obligatoria. Si eres soltero y
nadie depende de tus ingresos, no necesitas un seguro de vida. En ese
caso, mejor busca un seguro para tu vejez o un seguro de discapacidad
que te vaya a beneficiar en caso de que no puedas seguir trabajando por
problemas de salud; es una forma de asegurar ingresos si algo te pasara.
El seguro de vivienda es una protección para la inversión de bienes
raíces que has hecho, y se trata de una póliza necesaria, útil y
obligatoria. Además, si tienes una hipoteca, el banco te va exigir
seguros para cubrir ese préstamo, y el límite depende en gran parte de
la zona donde esté situada esa casa y de otras variables. Si estás
rentando una propiedad, no es obligatorio que tengas un seguro para
cubrir tus pertenencias, pero creo que es muy necesario y útil.
Por otro lado, el seguro de salud es muy necesario, pero no obligatorio,
aunque si extremadamente útil.
También los seguros de reparación o reemplazo que siempre te quieren
vender las tiendas por los artículos electrodomésticos a veces tiene
poca utilidad cuando llega el momento de servirse de ellos.